El querido subcomisario Pogonza: un difícil adiós, la promesa de su hija y el dolor de esta fecha
El martes 23 de junio, pasada las 16 horas, en el hospital del Bicentenario de Juan José Castelli informaron el fallecimiento del subcomisario Eugenio René Pogonza . Siendo la primera muerte que se cobra esta enfermedad en El Impenetrable y "el primer caído en la institución policial por coronavirus".
Pogonza prestaba Servicio en la Comisaria de la localidad de El Sauzalito. Participó del operativo vinculado a visita de la directora del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, Magdalena Odarda. Tras ese acto, se confirmaron casos en funcionarios nacionales y provinciales.
El efectivo de 47 años fue hallado inconsciente en un hotel de la localidad de El Sauzalito y trasladado de urgencia al nosocomio local, donde fue diagnosticado como "paciente en mal estado general, con neumonía aguda paciente desatura, hipotenso taquicardia, se lo lleva a Unidad de Terapia Intensiva para control, con tratamiento habitual oxigeno control hemodinámico, bronconeumonía multifocal con dificultad respiratoria grave". Hasta ese momento, fue calificado como "paciente sospechoso de Covid-19", que luego tras hisopado fue confirmado.
Su muerte fue otro duro golpe para la provincia, la Policía lo bautizó como un héroe y así quedó en el imaginario popular.
"Increíble cómo pasa el tiempo y todo duele como el primer día desde que te fuiste. Para estas fechas es casi imposible no ponerme nostálgica, sabias como soy de maricona. Voy a extrañar que me preguntes que fiesta voy a pasar con vos para irnos a Gancedo a casa de los abuelos", fueron las sentidas palabras de Maru Pogonza, hija del subcomisario.
"Te extraño gordo, siempre pienso en la última vez que te vi y me hubiese gustado no dejarte ir para que sigas con nosotros. Te amo para siempre, gracias porque a pesar que no estas físicamente, yo siento que jamás nos dejaste", concluyó su reflexión a pocas horas de la Navidad.
La promesa
"Gracias por siempre darnos lo mejor, te amamos con el alma. Mi corazón está destrozado, pero me vas a dar fuerzas para seguir, estamos orgullosos de vos. Siempre te admiré. Te prometo que voy a ser la mejor abogada como vos siempre quisiste, siempre vas a estar en nuestros corazones. Volá alto papi", fueron las palabras de su hija a pocas horas de la peor noticia.
El fallecimiento del subcomisario desató una ola de homenajes en la fuerza e impulsó a decretar un duelo provincial que la sociedad comenzó a vivir muchos días antes.